domingo, 7 de abril de 2013

TARTA DE OVEJITA PARA PILAR

Pilar es mi compi en el cole desde que llegué a él hace ya más de 5 años (¡Cómo pasa el tiempo!). Ambas somos además profes de Inglés y, por lo tanto, trabajamos mano a mano en muchísimas ocasiones. 
A lo largo de este tiempo hemos compartido infinidad de momentos: trabajo, estrés, complicidad, lágrimas, aunque sobre todo, si he de quedarme con algo, sin duda elijo todos y cada uno de los momentos de risas y locura (que creedme, han sido muchísimos).
Si hay algo que a Pilar le encanta (además del chocolate, la coca cola light y los negros "buenorros") son las ovejas, sobre todo las de carita negra, muy típicas de Reino Unido. Así que cuando pensé en cómo haría la tarta de su 50 cumpleaños, lo tuve bastante claro.
Ayer le preparamos una fiesta sorpresa en casa de Charo, nuestra "dire", y aunque yo no pude asistir porque ya tenía un plan desde hace mucho tiempo, quise estar presente en forma de tarta y contribuir en la sorpresa.
La tarta, al igual que la fiesta, fue todo un éxito, aunque en cuanto veáis las fotos de la "cumpleañera" y su cara de felicidad no hará falta que os diga nada más, pues hay imágenes que valen más que mil palabras.

Aquí va la tarta de Pilar... ¡Espero que os guste!



¡Planito general de la súper tarta! Que aunque en las fotos no se aprecie era enorme y pesaba mogollón...


La tarta estaba formada por dos bizcochos básicos de vainilla, bañados en un almíbar de vainilla. Todas las capas estaban rellenas de buttercream de chocolate suave y la cobertura de la tarta era una buttercream de queso. ¿Se puede pedir más? 


La cabeza de la oveja está hecha con RKT (Rice krispies treats) y fondant negro y blanco. ¡Pedazo pestañas tenía la ovejita!


Ahora una fotito de perfil...


¡Que no se me olvide enseñaros el otro perfil!


El efecto "lana" de la oveja lo hice con manga pastelera y una boquilla de estrella cerrada, simulando pequeñas rosas. 


¿Queréis saber un secreto? Transportar tartas en coche es muuuuuuucho más difícil y estresante de lo que lo es hacerlas. Y ya si las carreteras están cuajadas de curvas, cuestas, baches y demás trampas infernales, no os quiero contar...
Desde aquí doy las gracias a los ingenieros que en su día idearon la carretera que va de Alcobendas a Cobeña, que era el destino de la oveja, pues la pobre llegó medio esquilada por la parte de atrás. ¡Gajes del oficio!



Aquí podéis ver con más detalle el cuerpo de la ovejita y el efecto "lana" del que os hablaba, conseguido con la manga pastelera y la boquilla de estrella cerrada. ¿No os parece una preciosidad?




Y ahora vamos a mi momento favorito: cuando la persona a la que le has preparado la tarta con todo tu cariño la ve por primera vez. ¡No hay dinero que pueda pagar eso!



Pilar, posando así de feliz con su oveja de carita negra.


Y ahora con su marido y su hija, que guardaron el secreto como unos profesionales.


Llegó el momento de cortar la tarta...


Así quedó la pobrecita,jajajajajajaja.

¡MUCHAS FELICIDADES PILAR! 

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