¿Qué tal han venido esos Reyes Magos? En mi caso he debido de ser muy buena, porque no me puedo quejar. ¿Y sabéis por qué? Porque mis Reyes Magos, más que venir cargados de un montón de cosas carísimas (que no dejan de ser más que eso: COSAS), han venido cargados de pequeñas cosas regaladas con AMOR y que me han hecho realmente feliz y para mí, ese es el verdadero espíritu de este día, aunque a veces se nos olvida. Así que...¡Muchas gracias a mis Reyes Magos, que me conocen taaaaaaan bien!
Además, estoy súper emocionada porque ayer hice realidad uno de mis retos reposteros propuestos para este año. Y es que hice...¡Mi primer roscón de Reyes! Bueno, en realidad fueron dos medianos, que uno entero no me hubiese cabido en el horno,jajajajajajaja.
¿Queréis saber cómo fue la experiencia?
La primera parte del proceso consiste en crear lo que en repostería se llama la "masa madre", que acabará uniéndose a la masa del roscón. Esta parte es crucial, pues se trata de conseguir que la bola de "masa madre" acabe flotando en agua tibia al cabo de unos 20 minutos, que a mí se me hicieron eternos (vamos, que estuve cada uno de los minutos con la nariz pegada a la dichosa bolita, ordenándola telepáticamente que saliera a flote) Y...¡salió! Primera parte conseguida.
La segunda parte del proceso consiste en hacer la masa del roscón. Y aquí viene lo bueno porque una servidora no tiene ni thermomix, ni kitchen aid ni ningún "aparatejo" milagroso que haga todo el trabajo sucio. ¿Consecuencia? Estuve un laaaaaargo tiempo amasando la masa a la vieja usanza, como si no hubiera un mañana (claro que mis bíceps se han quedado duritos de verdad,jajajajaja) Segunda parte conseguida.
La tercera parte consiste en dejar fermentar nuestra bolita de masa hasta que doble su tamaño (unas 5 horitas). Os enseño unas fotitos de la evolución...
Una vez terminada la primera fermentación, es hora de hacer nuestro "donut" gigante, darle una capita de huevo y dejarlo fermentar otro par de horitas más...
Pasadas las dos horitas, le damos a nuestro roscón otra capita de huevo y lo decoramos con azúcar humedecida con agua, almendras laminadas y naranja escarchada (que es la única fruta del roscón que me gusta) y...¡a hornear 18 minutitos!
Pasado este tiempo, la cocina (y toda la casa) se llena del olor más maravilloso y dulce que hayáis olido nunca (deberían inventar ambientadores de roscón de Reyes casero) y desearíais zamparos el roscón enterito sin remordimientos,jajajajajaja.
Tengo que dar las gracias a mi adorada Alma Obregón, pues fue tan generosa (como siempre) con todos los seguidores de su blog y su web (www.objetivocupcake.com) y compartó esta receta. ¡Gracias Alma!
Y, hablando de Alma Obregón...
¡Ufffffff! pedazo de post que me he marcado, así que, me despido ya...
¡Besitos dulces de la reina de las 3C!
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