Aunque hace más de un mes que hice esta tartita, sabéis que he estado cerca de dos meses bastante desaparecida de mi universo bloguero, así que, como más vale tarde que nunca, os presento el que ha sido uno de mis últimos encargos: una tarta cuyo protagonista es uno de los más famosos personajes infantiles desde hace décadas a nivel mundial.
¿Ya habéis adivinado de quién se trata?
Seguro que ya habíais adivinado de quién se trataba incluso antes de ver la imagen, ¿a qué sí?
Pues sí, esta vez ha sido Mickey Mouse quien se ha colado en mi cocina, recién salido de mi imaginación, esculpido a base de fondant y con mogollón de cariño. Y es que esta tartita iba a ser una protagonista absoluta en la fiesta de cumpleaños de Fran, que cumplía 2 añitos y está perdidamente obsesionado con este simpático ratoncito de la factoría Disney, que lleva causando adoración en niños de todos los países del mundo durante décadas.
No es la primera vez que Gema, la mamá de Fran confía en mí para una ocasión tan especial. Ya lo hizo hace un año cuando Fran cumplía su primer añito y me encargaba una tarta de Pocoyó, en el que casi cobraron vida todos los personajes de los dibujos animados favoritos de Fran por aquel entonces; y hace unos meses volvió a hacerlo, encargándome una tarta y unos cupcakes a juego para sus sobrinos, cuyos protagonistas en esa ocasión fueron ni más ni menos que Dora la exploradora, Botas y Bob esponja.
Ni qué decir tiene que para mí es una gran satisfación que la gente quede tan contenta con mi trabajo y vuelvan a contar conmigo para endulzar momentos tan bonitos en sus vidas como la celebración de los primeros años de vida de un niño. ¡Nunca me cansaré de agradecer las caras de sorpresa y emoción al ver una tarta por primera vez o vuestros mensajes llenos de cariño! Sin duda, todo ésto compensa las horas robadas al sueño y todo el trabajo que conlleva la preparación de un dulce de estas características.
En esta ocasión, al igual que en las dos anteriores, Gema me dio absoluta libertad a la hora de crear la tarta, pues lo único que tenía claro es que ésta tendría que ser de Mickey Mouse, pues la fiesta del peque giraría en torno a este personaje.
Y aunque hay gente a la que, que no se le de absolutamente ninguna idea, puede ponerle un poco nerviosa, a mí por el contrario me encanta, pues me permite desplegar las alas de mi imaginación al completo y disfruto mucho más de todo el proceso creativo y su desarrollo.
Y después de investigar un ratito por la red, encontré una tartita que me pareció bastante original y que encajaba con la idea que tenía de lo que quería hacer. Así que me basé en esta idea a la hora de elaborar la tarta de Fran.
Toda la decoración está hecha con fondant y la tarta está formada por dos bizcochos básicos de vainilla, empapados en un almíbar de azúcar. En cuanto al relleno, Gema optó por un doble relleno de crema de queso y ganaché de chocolate, que según me dijeron estaba de rechupete.
Y con esta imagen de Mickey, con una sonrisa de oreja a oreja por haber hecho feliz a un peque de 2 añitos el día de su "cumple" me despido hasta la próxima aventura azucarada, que no tardará mucho en llegar.
¡Buenas noches a tod@s!
